lunes, 13 de julio de 2015

Trujillo : Monopolios y Crecimiento económico


    Monopolios 

    Si durante la jefatura del ejército Trujillo supo obtener grandes beneficios económicos, la presidencia le daría la oportunidad de convertir al país en una finca de su propiedad:

    •  Sal. En 1931 se adueñó de la producción y venta de sal al prohibir la explotación de salinas marítimas y obligar a la población a consumir la de las minas de Barahona controladas por él. Esto le reportaba unos 400,000 pesos netos anuales.
    •  Carne. Se hizo cargo de las carnicerías de la ciudad de Santo Domingo, las que le proporcionaban ingresos anuales de unos 500,000 pesos.
    •  Arroz. Prohibió la importación de arroz y sólo permitió el consumo del arroz criollo que distribuía una de sus tantas empresas personales.
    •  Leche. Controló la venta y distribución de los productos lácteos a través de la Central Lechera.
    •  Tabaco. Obligó a los dueños de la Compañía Anónima Tabacalera a venderle acciones y, posteriormente, a cederle la propiedad casi entera de la empresa.
    •  Calzados. Prohibió andar descalzos a los ciudadanos, debiendo éstos comprar sus zapatos a la Fábrica Dominicana de Calzados, que era de su propiedad.
    •  Pintura. Dispuso la obligatoriedad de pintar las casas cada año, con lo que se aseguraba el buen rendimiento de su empresa Pinturas Dominicanas.
    •  Azúcar. A partir de 1948 comenzó a invertir en el sector azucarero, para lo cual despojó a pequeños campesinos de sus tierras y compró los ingenios de capital estadounidense. En 1955 tenía los ingenios Porvenir, Ozama, Amistad, Monte Llano, Barahona, Consuelo, Quisqueya, Boca Chica, Las Pajas, Santa Fe, Catarey y Río Haina.
    •  Actividades bancarias. Instaló un banco, manejado por su esposa, para el canje de los cheques del Gobierno; los empleados públicos podían cobrar sus sueldos por adelantado a cambio del pago de una comisión.
    •  Sector seguros. “Compró” las acciones de una compañía de seguros que funcionaba en el país, a la que bautizó como “San Rafael”.
    •  Obras Públicas. Recibía jugosas comisiones por la concesión de los contratos para la construcción de obras.
    •  También formaron parte de su patrimonio personal: Licorera La Altagracia, Sociedad Industrial Dominicana, Refinadora de Aceite de Algodón, Molinos Dominicanos, Fábrica Dominicana de Cemento, Fábrica de Sacos y Cordelería, Fábrica de Vidrio, Industria Nacional del Papel, Atlas Comercial Co., Caribbean Motors, Compañía Dominicana de Aviación, Ferretería Read, Periódico La Nación, Industria Caobera, Aserradero Santelises, Naviera Dominicana, e Industrias Niguas.
    •  Incidió en las operaciones de la Armería de San Cristóbal, la Compañía Eléctrica, y Astilleros de Haina.
    •  El 10% de los sueldos de los empleados públicos era entregado a su Partido Dominicano.
    Al final de su gobierno y de su vida, Trujillo controlaba cerca del 80% de la producción industrial, empleando, a través de sus empresas y el Estado, a un 60% de la población económicamente activa del país.

    Crecimiento económico. 

    Como la economía nacional era en verdad su economía particular, Trujillo se empeñó en desarrollar la actividad productiva del país.
    Agricultura
    Continuó con la política de fomento agrícola iniciada por el gobierno de ocupación y seguida por Horacio Vásquez. En este sentido, promovió un programa de colonización agrícola que hizo dedicar al cultivo decenas de miles de tareas que anteriormente se encontraban abandonadas. La producción agrícola aumentó en todos los renglones, y el país se volvió autosuficiente en arroz, maíz, frijoles y demás víveres. A finales de los cincuenta, el azúcar, café, cacao y tabaco representaban el 90% de las exportaciones dominicanas.

    Industrialización
    Bajo su imperio personal operaron una serie de industrias en las áreas de aceites comestibles, cemento, bebidas, licores, papel, embutidos, leche procesada, clavos, botellas, vidrio, café, carnes, chocolate, dulces, mármol, medicinas, pan, pinturas, sacos, cordeles y tejidos.

    Urbanización
    El ingente plan de obras públicas desarrollado a lo largo de sus treinta años de tiranía, la creciente modernización de las ciudades y pueblos que fueron dotados de luz eléctrica, acueductos, centros sanitarios, escuelas, y la ubicación de las industrias en las propias ciudades (en especial Santo Domingo), contribuyeron a modificar el patrón demográfico al hacer que muchas familias dejaran la zona rural para irse a vivir a los centros urbanos. Si en 1930 el 84% de la población habitaba en el campo, en 1960 sólo lo hacía el 60%.

    Finanzas
    En 1940, luego de años de negociaciones con los Estados Unidos, se firmó el Tratado Trujillo-Hull (ratificado el 15 de febrero de 1941), por medio del cual se modificaba la Convención de 1924 en el sentido de que la Receptoría General de Aduanas volvía a quedar en manos nacionales, pero en el entendido de que los fondos recaudados por las autoridades dominicanas tenían que ser depositados en la sede en Santo Domingo del National City Bank of New York, a fin de que uno de sus funcionarios dispusiera la distribución de los ingresos entre el gobierno dominicano y los acreedores extranjeros. Con este acontecimiento, la creación del Banco de Reservas en 1941 y el aumento de los ingresos fiscales debido al alza de los productos criollos en los mercados internacionales ocasionada por la Segunda Guerra Mundial, se inició un proceso de reorganización de las finanzas públicas que permitió saldar la deuda externa el 21 de julio de 1947.

    Fuente:
    http://www.dominicanaonline.org/portal/espanol/cpo_leonidastrujillo.asp

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