Gabriel García Márquez
Gabriel José de la Concordia García Márquez (Aracataca, Colombia, 6 de
marzo de 1927 - México, D. F., 17 de
abril de 2014), más conocido como Gabriel García Márquez ,
fue
un escritor, novelista, cuentista, guionista, editor y periodista colombiano.
En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura.
Fue conocido familiarmente y por sus amigos como Gabito (hipocorístico guajiro para Gabriel),
o por su apócope Gabo desde que Eduardo Zalamea
Borda, subdirector del diario El Espectador, comenzara a llamarlo
así.
Está relacionado de manera inherente con el realismo mágico y
su obra más conocida, la novela Cien años de soledad, es
considerada una de las más representativas de este género literario e incluso
se considera que por su éxito es que tal término se aplica a la literatura
desde los años setenta.En 2007, la Real Academia Española y la
Asociación de Academias de la Lengua Española lanzaron una edición popular
conmemorativa de esta novela, por considerarla parte de los grandes clásicos
hispánicos de todos los tiempos.
Fue famoso tanto por su genialidad como escritor como por su postura
política Su amistad con el líder cubano Fidel
Castro causó mucha controversia en el mundo literario y político.
Biografía
Infancia y juventud
Hijo de Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez, nació en Aracataca, en el departamento de Magdalena (Colombia), «el domingo 6 de marzo de 1927 a las nueve de la mañana...», como refiere el propio escritor en sus memorias.
Cuando sus padres se enamoraron, el padre de Luisa, coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, se opuso a esa relación, pues Gabriel Eligio García, que había llegado a Aracataca como telegrafista, no era el hombre que consideraba más adecuado para su hija, por ser hijo de madre soltera, pertenecer al Partido Conservador Colombiano y ser un mujeriego confeso.
Con la intención de separarlos, Luisa fue enviada fuera de la ciudad, pero Gabriel Eligio la cortejó con serenatas de violín, poemas de amor, innumerables cartas y frecuentes mensajes telegráficos. Finalmente, la familia capituló y Luisa consiguió el permiso para casarse con Gabriel Eligio, lo cual sucedió el 11 de junio de 1926 en Santa Marta. La historia y tragicomedia de ese cortejo inspiraría más tarde a su hijo la novela El amor en los tiempos del cólera.
Poco después del nacimiento de Gabriel, su padre se convirtió en farmacéutico y, en enero de 1929, se mudó con Luisa a Barranquilla, dejando a Gabriel en Aracataca al cuidado de sus abuelos maternos. Dado que vivió con ellos durante los primeros años de su vida, recibió una fuerte influencia del coronel Márquez, quien de joven mató a Medardo Pacheco en un duelo y tuvo, además de los tres hijos oficiales, otros nueve con distintas madres. El Coronel era un liberal veterano de la Guerra de los Mil Días, muy respetado por sus copartidarios y conocido por su negativa a callar sobre la Masacre de las bananeras, suceso en el que murieron cientos de personas a manos de las Fuerzas Armadas de Colombia durante una huelga de los trabajadores de las bananeras, hecho que García Márquez plasmaría en su obra.
El coronel, a quien Gabriel llamaba "Papalelo", describiéndolo como su «cordón umbilical con la historia y la realidad», fue también un excelente narrador y le enseñó, por ejemplo, a consultar frecuentemente el diccionario, lo llevaba al circo cada año y fue el primero en introducir a su nieto en el «milagro» del hielo, que se encontraba en la tienda de la United Fruit Company.3 Frecuentemente decía: «Tú no sabes lo que pesa un muerto», refiriéndose así a que no había mayor carga que la de haber matado a un hombre, lección que García Márquez más tarde incorporaría en sus novelas.3 1 9
Su abuela, Tranquilina Iguarán Cotes, a quien García Márquez llama la abuela Mina y describe como "una mujer imaginativa y supersticiosa"1 que llenaba la casa con historias de fantasmas, premoniciones, augurios y signos, fue de tanta influencia en García Márquez como su marido e incluso es señalada por el escritor como su primera y principal influencia literaria, pues le inspiró la original forma en que ella trataba lo extraordinario como algo perfectamente natural cuando contaba historias y sin importar cuán fantásticos o improbables fueran sus relatos, siempre los refería como si fueran una verdad irrefutable. Además del estilo, la abuela Mina inspiró también el personaje de Ursula Iguaránque, unos treinta años más tarde, su nieto usaría en Cien años de soledad, su novela más popular.3 10
Su abuelo murió en 1936, cuando Gabriel tenía ocho años. Debido a la ceguera de su abuela, él se fue a vivir con sus padres en Sucre, población ubicada en el departamento de Sucre (Colombia), donde su padre trabajaba como farmacéutico.
Su niñez estaba relatada en sus memorias Vivir para contarla.3 Después de 24 años de ausencia, en 2007 regresó a Aracataca para un homenaje que le rindió el gobierno colombiano al cumplir sus 80 años de vida y los 40 desde la primera publicación de Cien años de soledad.
Educación
Poco después de llegar a Sucre, se decidió que Gabriel debía
empezar su educación formal y fue mandado a un internado enBarranquilla,
un puerto en la boca del Río Magdalena. Allí adquirió reputación de
chico tímido que escribía poemas humorísticos y dibujaba tiras humorísticas.
Serio y poco dado a las actividades atléticas, fue apodado El Viejo por
sus compañeros de clase.9
García Márquez cursó los primeros grados de secundaria en el colegio jesuita San
José (hoy Instituto San José) desde 1940, en donde publicó sus primeros poemas
en la revista escolar Juventud. Luego, gracias a una beca otorgada
por el Gobierno, Gabriel fue enviado a estudiar a Bogotá de
donde lo reubican en el Liceo Nacional de Zipaquirá, población
ubicada a una hora de la capital, donde culminará sus estudios secundarios.
Durante su paso por la casa de estudios bogotana, García Márquez destacó
en varios deportes, llegando a ser capitán del equipo del Liceo Nacional
de Zipaquirá en tres disciplinas, fútbol, béisbol y atletismo.
Después de su graduación en 1947, García Márquez permaneció
en Bogotá para estudiar derecho en la Universidad
Nacional de Colombia, donde tuvo especial dedicación a la lectura. La
metamorfosis de Franz Kafka «en la falsa
traducción de Jorge Luis Borges»11fue una obra
que le inspiró especialmente. Estaba emocionado con la idea de escribir, no
literatura tradicional, sino en un estilo similar a las historias de su abuela,
en las que se «insertan acontecimientos extraordinarios y anomalías como si
fueran simplemente un aspecto de la vida cotidiana». Su deseo de ser escritor
crecía. Poco después, publicó su primer cuento, La tercera resignación,
que apareció el 13 de septiembre de 1947 en
la edición del diario El Espectador.
Aunque su pasión era la escritura, continuó con la carrera de derecho
en 1948 para complacer a su padre. Después del llamado «Bogotazo»
en 1948, unos sangrientos disturbios que se desataron el 9
de abril a causa del magnicidio del líder
popular Jorge Eliécer Gaitán, la universidad cerró indefinidamente
y su pensión fue incendiada. García Márquez se trasladó a la Universidad
de Cartagena y empezó a trabajar como reportero de El
Universal. En 1950, desiste de convertirse en abogado para
centrarse en el periodismo y se traslada de nuevo a Barranquilla para trabajar
como columnista y reportero en el periódico El Heraldo.
Aunque García Márquez nunca terminó sus estudios superiores, algunas
universidades, como la Universidad de Columbia de Nueva
York, le han otorgado un doctorado honoris causa en
letras.
Matrimonio y familia
Durante su etapa de estudiante, y cuando visitaba a sus padres en Sucre,
conoció a Mercedes Barcha, también hija de un boticario, en un baile de
estudiantes y decidió enseguida que tenía que casarse con ella cuando terminara
sus estudios.9 En efecto, García Márquez contrajo
matrimonio en marzo de 1958 en la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo
Socorro de Barranquilla con Mercedes «a la que le había
propuesto matrimonio desde sus trece años».3 12
Mercedes es descrita por uno de los biógrafos del escritor como
"una mujer alta y linda con pelo marrón hasta los hombros, nieta de un
inmigrante egipcio, lo que al parecer se manifiesta en unos pómulos anchos y
ojos castaños grandes y penetrantes".9 Y García
Márquez se ha referido a Mercedes constantemente y con cariño orgulloso; cuando
habló de su amistad con Fidel Castro, por ejemplo, observó, «Fidel se fía de
Mercedes aún más que de mí».8
En 1959 tuvieron a su primer hijo, Rodrigo, quien se
convirtió en cineasta, y en 1961 se instalaron en Nueva
York, en donde ejerció como corresponsal de Prensa Latina. Tras
recibir amenazas y críticas de la CIA y de los disidentes
cubanos, que no compartían el contenido de sus reportajes, decidió
trasladarse a México y se establecieron en lacapital.
Tres años después, nació su segundo hijo, Gonzalo, actualmente diseñador
gráfico en la capital mexicana.9
Aunque García Márquez poseía residencias en París, Bogotá y Cartagena
de Indias, vivió la mayor parte del tiempo en su casa de México,
donde fijó su residencia a principios de los años 60 y en donde escribió Cien
años de soledad en el número 19 de la calle La Palma de la
colonia San Ángel en México, D.F.
La fama
La notoriedad mundial de García Márquez comenzó cuando Cien
años de soledad se publicó en junio de 1967 y en una semana vendió
8000 ejemplares. De allí en adelante, el éxito fue asegurado y la novela vendió
una nueva edición cada semana, pasando a vender medio millón de copias en tres
años. Fue traducido a más de veinticuatro idiomas y ganó cuatro premios
internacionales. El éxito había llegado por fin y el escritor tenía 40 años
cuando el mundo aprendió su nombre. Por la correspondencia de admiradores, los
premios, entrevistas y las comparecencias era obvio que su vida había cambiado.
En 1969, la novela ganó el Chianciano Aprecia en Italia y fue
denominado el «Mejor Libro Extranjero» en Francia. En 1970, fue
publicado en inglés y fue escogido como uno de los mejores doce libros del año
en Estados Unidos. Dos años después le fue concedido el Premio
Rómulo Gallegos y el Premio Neustadt y en 1971, Mario
Vargas Llosa publicó un libro acerca de su vida y obra. Para
contradecir toda esta exhibición, García Márquez regresó simplemente a la
escritura. Decidido a escribir acerca de un dictador, se trasladó con su
familia a Barcelona (España) que pasaba sus últimos
años bajo el régimen de Francisco Franco.9
La popularidad de su escritura también condujo a la amistad con
poderosos líderes, incluyendo el ex presidente cubano Fidel Castro,
amistad que ha sido analizada en Gabo y Fidel: retrato de una amistad.8 En
una entrevista con Claudia Dreifus en 1982, dice que su relación con Castro se
basa fundamentalmente en la literatura: «La nuestra es una amistad intelectual.
Puede que no sea ampliamente conocido que Fidel es un hombre culto. Cuando
estamos juntos, hablamos mucho sobre la literatura». Algunos han criticado a
García Márquez por esta relación; el escritor cubano Reinaldo Arenas,
en 1992 en sus memorias Antes que anochezca,
señala que García Márquez estaba con Castro, en 1980 en un
discurso en el que este último acusó a los refugiados recientemente asesinados
en la embajada de Perú de ser «chusma». Arenas recuerda
amargamente a compañeros del escritor homenajear por ello con «hipócritas
aplausos» a Castro.8
También debido a su fama y a sus puntos de vista sobre el imperialismo de Estados
Unidos, fue etiquetado comosubversivo y por muchos años le fue
negado el visado estadounidense por las autoridades de inmigración.10 Sin
embargo, después de que Bill Clinton fuera elegido presidente
de Estados Unidos, éste finalmente le levantó la prohibición de
viajar a su país y afirmó que Cien años de soledad «es
su novela favorita».15
En 1981, el año en el que le fue concedida la Legión de Honor de Francia,
regresó a Colombia de una visita con Castro, para encontrarse una vez más en
problemas. El gobierno del liberal Julio César Turbay Ayala lo
acusaba de financiar al grupo guerrillero M-19. Huyendo de Colombia
solicitó asilo en México, donde continúa manteniendo una casa.8
Desde 1986 hasta 1988, García Márquez vivió y trabajó en México
D.F., La Habana y Cartagena de Indias.
Después, en 1987 hubo una celebración en Europa y América del vigésimo
aniversario de la primera edición de Cien años de soledad.
No sólo había escrito libros, también había terminado escribiendo su primera
obra de teatro, Diatriba de amor contra un hombre sentado. En 1988
se estrenó la película Un señor muy viejo con unas alas enormes,
dirigida por Fernando Birri, adaptación del cuento del mismo
nombre.
En 1995, el Instituto Caro y Cuervo publicó en dos
volúmenes el Repertorio crítico sobre Gabriel García Márquez.
En 1996 García Márquez publicó Noticia de un secuestro,
donde combinó la orientación testimonial del periodismo y su propio estilo
narrativo. Esta historia representa la onda inmensa de violencia y secuestros
que Colombia continuaba encarando.17
En 1999, el estadounidense Jon Lee Anderson publicó un
libro revelador acerca de García Márquez, para lo cual tuvo la oportunidad de
convivir varios meses con el escritor y su mujer en su casa de Bogotá.
Enfermedad y muerte
En 1999 le fue diagnosticado un cáncer
linfático. Al respecto, el escritor declaró en una entrevista en el año
2000 a El Tiempo de Bogotá:
Hace más
de un año fui sometido a un tratamiento de tres meses contra un linfoma, y hoy
me sorprendo yo mismo de la enorme lotería que ha sido ese tropiezo en mi vida.
Por el temor de no tener tiempo para terminar los tres tomos de mis memorias y
dos libros de cuentos que tenía a medias, reduje al mínimo las relaciones con
mis amigos, desconecté el teléfono, cancelé los viajes y toda clase de
compromisos pendientes y futuros, y me encerré a escribir todos los días sin
interrupción desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde. Durante ese
tiempo, ya sin medicinas de ninguna clase, mis relaciones con los médicos se
redujeron a controles anuales y a una dieta sencilla para no pasarme de peso.
Mientras tanto, regresé al periodismo, volví a mi vicio favorito de la música y
me puse al día en mis lecturas atrasadas.18
En la misma entrevista, García Márquez se refiere al poema
titulado La marioneta, que le fue atribuido por el diario
peruano La República a modo de despedida por su
inminente muerte, desmintiendo tal información.18 Negó
ser el autor del poema y aclaró que «el verdadero autor es un joven ventrílocuo
mexicano que lo escribió para su muñeco», refiriéndose al ventrílocuo mexicano
Johnny Welch.19
En 2002, su biógrafo Gerald Martin voló a México,
D.F. para hablar con García Márquez. Su mujer, Mercedes, tenía gripe y
el escritor tuvo que visitar a Martin en su hotel. Según dijo, Gabriel García
Márquez ya no tenía la apariencia del típico sobreviviente de cáncer. Todavía
delgado y con el pelo corto, completó Vivir para contarla ese
año.
A principios de julio de 2012, por comentarios de su hermano Jaime, se
rumoreó que el escritor padecía de demencia senil, pero un vídeo en
que celebra su cumpleaños en marzo de 2012 sirvió para desmentir el rumor.
En abril de 2014 fue internado en el Instituto Nacional de
Ciencias Médicas y Nutrición, en México, D. F., debido a una
recaída producto del cáncer linfático que le fue diagnosticado en 1999. El
cáncer había afectado un pulmón, ganglios e hígado. García Márquez falleció
el 17 de abril de 2014.21 22 El
presidente de Colombia Juan Manuel Santos señaló que el
escritor fue «el colombiano que, en toda la historia de nuestro país, más lejos
y más alto ha llevado el nombre de la patria», decretando tres días de duelo
nacional por su muerte.
Carrera literaria
Periodismo
García Márquez comenzó su carrera como periodista
mientras estudiaba derecho en la universidad. En 1948 y 1949 escribió
para el diarioEl Universal de Cartagena.
Desde 1950 hasta 1952, escribió una «caprichosa»
columna con el seudónimo de «Septimus» para el periódico local El
Heraldo de Barranquilla.9 García
Márquez tomó nota de su tiempo en El Heraldo. Durante este tiempo
se convirtió en un miembro activo del grupo informal de escritores y
periodistas conocidos como el Grupo de Barranquilla, una asociación
que fue una gran motivación e inspiración para su carrera literaria. Trabajó
con figuras como José Félix Fuenmayor, Ramón Vinyes, Alfonso
Fuenmayor, Álvaro Cepeda Samudio, Germán Vargas, Alejandro
Obregón, Orlando Rivera «Figurita» y Julio Mario
Santo Domingo, entre otros.17 García Márquez
utilizaría, por ejemplo, a Ramón Vinyes, que sería representado como un «sabio
catalán», propietario de una librería en Cien años de soledad.
En esa época, García Márquez leyó las obras de escritores como Virginia
Woolf y William Faulkner, quienes le influyó en sus
técnicas narrativas, los temas históricos y la utilización de localidades
provinciales. El entorno de Barranquilla proporcionó a García
Márquez una educación literaria a nivel mundial y una perspectiva única sobre
la cultura del Caribe. Con respecto a su carrera del periodismo,
Gabriel García Márquez ha mencionado que le sirvió como una herramienta para
«no perder contacto con la realidad».16
A petición de Álvaro Mutis en 1954, García
Márquez regresó a Bogotá para trabajar en El
Espectador como reportero y crítico de cine. Un año después,
García Márquez publicó en el mismo diario Relato de un náufrago,
una serie de catorce crónicas sobre el naufragio del destructor A. R. C.
Caldas, basándose en entrevistas con Luis Alejandro Velasco, joven marinero
que sobrevivió al naufragio. La publicación de los artículos dio lugar a una
controversia pública a nivel nacional cuando en el último escrito reveló la
historia oculta, ya que desacreditó la versión oficial de los acontecimientos
que había atribuido la causa del naufragio a una tormenta.3 Como
consecuencia de esta controversia, García Márquez fue enviado a París para
ser corresponsal extranjero de El Espectador. Escribió sus
experiencias en El Independiente, un periódico que sustituyó
brevemente a El Espectador, durante el gobierno militar del
general Gustavo Rojas Pinilla y que más tarde fue cerrado por
las autoridades colombianas. Poco después, tras el triunfo de la revolución
cubana en 1960, García Márquez viajó a La Habana,
donde trabajó en la agencia de prensa creada por el gobierno cubano Prensa
Latina e hizo amistad con Ernesto Guevara.
En 1974, García Márquez, junto con intelectuales y periodistas de
izquierda, fundó Alternativa que duró hasta 1980 y
marcó un hito en la historia del periodismo de oposición en Colombia. Para el
primer número, García Márquez escribió un artículo exclusivo sobre el bombardeo
al Palacio de La Moneda durante el Golpe de Estado en
Chile de 1973, lo que garantizó que se agotara la edición. Luego sería el
único que firmaría los artículos.24
En 1994 junto con su hermano Jaime García Márquez, y
Jaime Abello Banfi, Gabriel creó la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI),
que tiene como objetivo ayudar a jóvenes periodistas a aprender con maestros
como Alma Guillermoprieto y Jon Lee Anderson, y
estimular nuevas formas de hacer periodismo. La sede principal de la entidad
está en Cartagena de Indias y García Márquez fue el presidente
hasta su muerte.
Sus primeras y principales publicaciones
Su primer cuento, La tercera resignación, fue
publicado en 1947 en un periódico liberal de Bogotá llamado El
Espectador. Un año después, empezó su trabajo de periodismo para el
mismo periódico. Sus primeros trabajos eran todos cuentos publicados en el mismo
periódico desde 1947 hasta 1952. Durante estos años publicó un total de quince
cuentos.17
Gabriel García Márquez quería ser periodista y escribir novelas; también
quería crear una sociedad más justa.17 Para La
hojarasca, su primera novela, le llevó varios años encontrar un editor.
Finalmente se publicó en 1955, y aunque la crítica fue excelente, la mayor
parte de la edición se quedó en bodega y el autor no recibió de nadie «ni un
céntimo por regalías».3 García Márquez señala que «de
todo lo que había escrito, La hojarasca fue su favorita porque
consideraron que era la más sincera y espontánea».17
Gabriel García Márquez tardó dieciocho meses en escribir Cien
años de soledad.17 El martes 30 de mayo de 1967
salió a la venta en Buenos Aires la primera edición de la
novela. Tres décadas después se había traducido a 37 idiomas y vendido 25
millones de ejemplares en todo el mundo. «Fue un verdadero bombazo, que hizo
explosión desde el primer día. El libro salió a las librerías sin ningún tipo
de campaña publicitaria, la novela agotó su primera edición de 8000 copias a
las dos semanas y pronto convirtió el título y su realismo mágico en el espejo
del alma latinoamericana».26 Cien años de soledad ha
influido en casi todos los novelistas importantes en todo el mundo. La novela
hace una crónica de la familia Buendía en el pueblo de Macondo,
que fue fundado por José Arcadio Buendía. Puede ser considerada una
obra de realismo mágico.27
El amor en los tiempos del cólera se publicó por primera vez en 1985.
Está basada en las historias de dos parejas. La historia de la joven pareja
formada por Fermina Daza y Florentino Ariza está inspirada en la historia de
amor de los padres de García Márquez.3 Sin embargo, como
García Márquez explica en una entrevista: «La única diferencia es que mis
padres se casaron. Y tan pronto como se casaron, ya no eran interesantes como
figuras literarias».15 El amor de los ancianos se basa
en una historia que leyó en un periódico sobre la muerte de dos
estadounidenses, de casi ochenta años de edad, que se reunían todos los años
en Acapulco. Estaban en un barco y un día fueron asesinados por el
barquero con sus remos. García Márquez señala: «A través de su muerte, la
historia de su romance en secreto se hizo conocida. Yo estaba fascinado con
ella. Estaban cada uno casado con otra persona».
Trabajos recientes
En 2002, García Márquez publicó el libro de memorias Vivir
para contarla, el primero de los tres volúmenes de sus memorias, que el
escritor había anunciado como:
Empieza
con la vida de mis abuelos maternos y los amores de mi padre y mi madre a
principios del siglo, y termina en 1955 cuando publiqué mi primer libro, La
hojarasca, hasta viajar a Europa como corresponsal de El Espectador.
El segundo volumen seguirá hasta la publicación de Cien años de soledad,
más de veinte años después. El tercero tendrá un formato distinto, y sólo serán
los recuerdos de mis relaciones personales con seis o siete presidentes de
distintos países.
La novela, Memoria de mis putas tristes, apareció
en 2004 y es una historia de amor que sigue el romance de un
hombre de noventa años y su pubescente concubina. Este libro causó controversia
en Irán, donde se prohibió después de 5000 ejemplares impresos y
vendidos. En México, una ONG amenazó con demandar
al escritor por hacer apología de la prostitución infantil.
Estilo
Si bien hay ciertos aspectos que casi siempre los lectores pueden
esperar encontrar en la obra de García Márquez, como el humor, no hay un estilo
claro y predeterminado, de plantilla. En una entrevista con Marlise
Simons, García Márquez señaló:
En cada
libro intento tomar un camino diferente [...]. Uno no elige el estilo. Usted
puede investigar y tratar de descubrir cuál es el mejor estilo para un tema.
Pero el estilo está determinado por el tema, por el ánimo del momento. Si usted
intenta utilizar algo que no es conveniente, apenas no resultará. Entonces los
críticos construyen teorías alrededor de esto y ven cosas que yo no había
visto. Respondo solamente a nuestro estilo de vida, la vida del Caribe.29
García Márquez también es conocido por dejar fuera detalles y eventos
aparentemente importantes de tal manera que el lector se ve obligado a cumplir
un papel más participativo en la historia desarrollada. Por ejemplo, en El
coronel no tiene quien le escriba de los personajes principales no
se dan nombres. Esta práctica se ve influida por las tragedias griegas,
como Antígona y Edipo rey, en el que
ocurren eventos importantes fuera de la representación que se dejan a la
imaginación del público.
Temas importantes
La soledad
El tema de la soledad atraviesa gran parte de las obras de García
Márquez. Pelayo observa que «El amor en los tiempos del cólera,
como todos los trabajos de Gabriel García Márquez, explora la soledad de la
persona y de la especie humana... retrato a través de la soledad del amor y de
estar en amor».30
Plinio Apuleyo Mendoza le preguntó: «Si la soledad es el tema de todos sus libros ¿dónde
debemos buscar las raíces de este exceso? ¿En su infancia tal vez?». García
Márquez respondió: «Creo que es un problema que todo el mundo tiene. Toda
persona tiene su propia forma y los medios de expresar la misma. La sensación
impregna la labor de tantos escritores, aunque algunos de ellos pueden expresar
lo inconsciente».
En su discurso de aceptación del Premio Nobel, La
soledad de América Latina, se refiere a este tema de la soledad relacionado
con América Latina: «La interpretación de nuestra realidad a través
de los patrones, no los nuestros, sólo sirve para hacernos cada vez más
desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios».
Macondo
Otro tema importante en la obra de García Márquez es la invención de la
aldea que él llama Macondo. Él usa su ciudad natal de Aracataca (Colombia),
como una referencia geográfica para crear esta ciudad imaginaria, pero la
representación del pueblo no se limita a esta área específica. García Márquez
comparte: «Macondo no es tanto un lugar como un estado de ánimo».1
Este pueblo de ficción se ha vuelto notoriamente conocido en el mundo
literario y «su geografía y los habitantes son constantemente invocados por
profesores, políticos y agentes» [...] que hacen «difícil de creer que es una
pura invención».32 En La hojarasca,
García Márquez describe la realidad del «auge del banano» en Macondo,
que incluye un período aparente de «gran riqueza» durante la presencia de
empresas de los Estados Unidos, y un período de depresión con la
salida de las empresas estadounidenses relacionadas con el banano.
Además, Cien años de soledad se lleva a cabo en Macondo y
narra la historia completa de esta ciudad ficticia desde su fundación hasta su
desaparición con el último Buendia.33
En su autobiografía, García Márquez explica su fascinación por la
palabra y el concepto Macondo cuando describe un viaje que
hizo con su madre de vuelta a Aracataca:
El tren
se detuvo en una estación que no tenía ciudad, y un rato más tarde pasó la
única plantación de banano a lo largo de la ruta que tenía su nombre escrito en
la puerta: Macondo. Esta palabra ha atraído mi atención desde los primeros
viajes que había hecho con mi abuelo, pero sólo he descubierto como un adulto
que me gustaba su resonancia poética. Nunca he oído decir, y ni siquiera me
pregunto lo que significa... me ocurrió al leer en una enciclopedia que se
trata de un árbol tropical parecido a la ceiba"3
Según algunos académicos, Macondo —la ciudad fundada por José
Arcadio Buendía en Cien años de soledad— solamente existe
como resultado del lenguaje. La creación de Macondo es totalmente condicionada
a la existencia de la palabra escrita. En la palabra —como instrumento de
comunicación— se manifiesta la realidad, y permite al hombre lograr una unión
con circunstancias independientes de su entorno inmediato.
Violencia y cultura
En varias de las obras de García Márquez, entre
ellas El coronel no tiene quien le escriba, La
mala hora y La hojarasca, hay sutiles
referencias sobre «La Violencia», esa guerra civil entre conservadores y
liberales que se prolongó hasta los años sesenta, causando la muerte de varios
cientos de miles de colombianos. Son referencias a situaciones injustas que
viven diversos personajes, como por ejemplo el toque de queda o la censura de
prensa. La mala hora, que no es una de las novelas más
famosas de García Márquez, destaca por su representación de la violencia con
una imagen fragmentada de la desintegración social provocada por la violencia.
Se puede decir que en estas obras «la violencia se convierte en cuento, a
través de la aparente inutilidad de tantos episodios de sangre y muerte».
Sin embargo, aunque García Márquez describe la naturaleza corrupta y las
injusticias de esa época de violencia en Colombia, se niega a usar su trabajo
como una plataforma de propaganda política. «Para él, el deber del escritor
revolucionario es escribir bien, y el ideal es una novela que mueve al lector
por su contenido político y social, y al mismo tiempo por su poder para
penetrar en la realidad y exponer su otra cara».
En las obras de García Márquez se puede encontrar también una «obsesión
por captar la identidad cultural latinoamericana y particularizar los rasgos
del mundo caribeño».35Asímismo, trata de deconstruir las
normas sociales establecidas en esta parte del mundo. Como ejemplo, el carácter
de Meme en Cien años de soledad puede
ser visto como una herramienta para criticar las convenciones y prejuicios de
la sociedad. En este caso, ella no conforma a la ley convencional que «las
jóvenes deben llegar vírgenes al matrimonio» porque ha tenido una relación
ilícita con Mauricio Babilonia.16 Se puede
ver otro ejemplo de esta crítica de las normas sociales a través de la relación
amorosa entre Petra Cotes y Aureliano Segundo. Al
final de la obra —cuando los protagonistas son viejos— se enamoran más
profundamente que antes. Así, García Márquez está criticando la imagen mostrada
por la sociedad de que «los viejos no pueden amar».
Influencias literarias
En su juventud, al asociarse al grupo de Barranquilla,
Gabriel García Márquez comenzó a leer la obra de Ernest Hemingway, James
Joyce, Virginia Woolf y, más importante, deWilliam
Faulkner de quien recibe una trascendente influencia reconocida
explícitamente por él mismo cuando en su discurso de recepción del premio Nobel
menciona: "mi maestro William Faulkner".31 En
la obra de Gabriel García Márquez titulada Nabo, el negro que hizo
esperar a los ángeles publicada en 1951, ya aparecen elementos
similares a los de Faulkner como la ambigüedad deliberada y una pintura
temprana de la soledad.33
También emprendió un estudio de las obras clásicas, encontrando enorme
inspiración en la obra de Edipo Rey de Sófocles de
quien, en muchas ocasiones, Gabriel García Márquez ha expresado su admiración
por sus tragedias y utiliza una cita de Antígona al
principio de su obra La hojarasca cuya estructura se ha
dicho también que tiene la influencia del dilema moral de Antígona.33
En una entrevista a Juan Gustavo Cobo Borda en 1981,
García Márquez confesó que el movimiento poético iconoclasta denominado
"Piedra y cielo" (1939) fue fundamental para él, afirmando
que:
"La
verdad es que si no hubiera sido por “Piedra y Cielo”, no estoy muy seguro de
haberme convertido en escritor. Gracias a esta herejía pude dejar atrás una
retórica acartonada, tan típicamente colombiana... Creo que la importancia
histórica de “Piedra y Cielo” es muy grande y no suficientemente reconocida...
Allí no sólo aprendí un sistema de metaforizar, sino lo que es más decisivo, un
entusiasmo y una novelería por la poesía que añoro cada día más y que me
produce una inmensa nostalgia."
Realismo y realismo mágico
Como autor de ficción, García Márquez es siempre asociado con el
realismo mágico. De hecho, es considerado, junto al guatemalteco Miguel
Ángel Asturias, figura central de este género. El realismo mágico se usa
para describir elementos que tienen, como es el caso en los trabajos de este
autor, la yuxtaposición de la fantasía y el mito con las actividades diarias y
ordinarias.
El realismo es un tema importante en todas las obras de García Márquez.
Él dijo que sus primeros trabajos (con la excepción de La hojarasca),
como El coronel no tiene quien le escriba, La
mala hora y Los funerales de la Mamá Grande,
reflejan la realidad de la vida en Colombia y este tema
determina la estructura racional de los libros. Dice: «No me arrepiento de
haberlas escrito, pero pertenecen a un tipo de literatura premeditada que
ofrecen una visión de la realidad demasiado estática y exclusiva».1
En sus otras obras ha experimentado más con enfoques menos tradicionales
a la realidad, de modo que «lo más terrible, lo más inusual se dice con
expresión impasible».33 Un ejemplo comúnmente citado es
la ascensión espiritual y física al cielo de un personaje mientras está
colgando la ropa para secar, en Cien años de soledad. El
estilo de estas obras se inscribe en el concepto de lo «real maravilloso»
descrito por el escritor cubano Alejo Carpentier y ha sido
etiquetado como realismo mágico.37 El crítico
literario Michael Bell propone una interpretación alternativa
para el estilo de García Márquez, por cuanto la categoría de realismo mágico ha
sido criticada por ser dicotomizadora y exotizadora: «Lo que está realmente en
juego es una flexibilidad psicológica que es capaz de habitar nada
sentimentalmente el mundo diurno mientras se mantiene abierta a las
incitaciones de aquellos dominios que la cultura moderna tiene, por su propia
lógica interna, necesariamente marginalizados o reprimidos».30 García
Márquez y su amigo Plinio Apuleyo Mendoza discuten su trabajo
de un modo similar, «El tratamiento de la realidad en tus libros... ha recibido
un nombre, el de realismo mágico. Tengo la impresión de que tus
lectores europeos suelen advertir la magia de las cosas que tú cuentas, pero no
ven la realidad que las inspira. Seguramente porque su racionalismo les impide
ver que la realidad no termina en el precio de los tomates o de los huevos.1
García Márquez crea un mundo tan semejante al cotidiano pero al mismo
tiempo totalmente diferente a ello. Técnicamente, es un realista en la
presentación de lo verdadero y de lo irreal. De algún modo trata diestramente una
realidad en la que los límites entre lo verdadero y lo fantástico se desvanecen
muy naturalmente.33
García Márquez considera que la imaginación no es sino un instrumento de
la elaboración de la realidad y que una novela es la representación cifrada de
la realidad y a la pregunta de si todo lo que escribe tiene una base real, ha
contestado:1
No hay en
mis novelas una línea que no esté basada en la realidad.
Premios, reconocimientos y homenajes
· Premio Nobel. García Márquez recibió el Premio
Nobel de Literatura en 1982, según la laudatoria de la Academia
Sueca, «por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo
real son combinados en un tranquilo mundo de imaginación rica, reflejando la
vida y los conflictos de un continente».38
Su discurso de aceptación fue titulado La soledad de América
Latina.31 Fue el primer colombiano y el cuarto
latinoamericano en ganar un Premio Nobel de Literatura, después de
lo cual declaró: «Yo tengo la impresión de que al darme el premio han tenido en
cuenta la literatura del subcontinente y me han otorgado como una forma de
adjudicación de la totalidad de esta literatura».
García Márquez ha recibido muchos otros premios, distinciones y
homenajes por sus obras como los relacionados a continuación:16
· Premio de la Novela ESSO por La mala
hora (1961).
· Doctor honoris causa de la Universidad de
Columbia en Nueva York (1971).
· Premio Rómulo Gallegos por Cien años de soledad (1972).
· Premio Jorge Dimitrov por la Paz (1979).
· Medalla de la Legión de Honor de
Francia en París (1981).
· Condecoración Águila Azteca en México (1982).
· Premio cuarenta años del Círculo de Periodistas de
Bogotá (1985).
· Miembro honorario del Instituto Caro y
Cuervo en Bogotá (1993).
· Museo: El 25 de marzo de 2010 el gobierno
colombiano terminó de reconstruir la casa en que nació García Márquez enAracataca,
pues había sido demolida 40 años atrás, e inauguró en ella un museo dedicado a
su memoria con más de catorce ambientes que recrean los espacios en los que
transcurrió su niñez.39
· En el Este de Los Ángeles (California),
en el municipio de Las Rozas de Madrid y en Zaragoza (España)
hay calles que llevan su nombre.
· En Bogotá el Fondo de Cultura Económica de
México construyó un centro cultural que lleva su nombre, inaugurado el 30 de
enero de 2008[7].
Legado y críticas de Gabriel García Márquez
García Márquez es una parte importante del Boom latinoamericano de
la literatura. Sus obras han recibido numerosos estudios críticos, algunos
extensos y significativos, que examinan la temática y su contenido político e
histórico. Otros estudios se enfocan sobre el contenido mítico, las
caracterizaciones de los personajes, el ambiente social, la estructura mítica o
las representaciones simbólicas en sus obras más notables.27
Mientras que las obras de García Márquez atraen a una serie de críticos,
muchos eruditos elogian su estilo y creatividad. Por ejemplo, Pablo
Neruda escribió sobre Cien años de soledad que «es la
mayor revelación en lengua española desde el Don Quijote de Cervantes».15
Algunas críticas arguyen que a García Márquez le falta la experiencia
adecuada en la arena literaria y que solamente escribe de sus experiencias
personales e imaginación. De esta manera, dicen que sus obras no deben ser
significativas. En respuesta a esto, García Márquez ha mencionado que él está
de acuerdo que a veces su inspiración no viene de libros, sino de la música.15 Sin
embargo, según Carlos Fuentes, García Márquez ha logrado una de las
mayores características de la ficción moderna. Eso es la liberación del tiempo,
a través de la liberación de un instante a partir del momento que permite a la
persona humana recrear a sí mismo y a su tiempo.40 A
pesar de todo, nadie puede negar que García Márquez ha ayudado a rejuvenecer,
reformular y recontextualizar la literatura y la crítica en Colombia y en el
resto de América Latina.41 Al este del Atlántico
Cervantes, al oeste García Márquez, dos baluartes captaron la realidad honda de
su momento y dejaronn una visión encantada de un mundo no soñado, a flor de
tierra42
Actividad política
Militancia e ideología
En 1983, cuando se le preguntó a Gabriel García Márquez:
«¿Es usted comunista?» el escritor respondió: «Por supuesto que no. No lo soy
ni lo he sido nunca. Ni tampoco he formado parte de ningún partido político».43 García
Márquez contó a su amigo Plinio Apuleyo Mendoza: «Quiero que el
mundo sea socialista y creo que tarde o temprano lo será».44 Según
Ángel Esteban y Stéphanie Panichelli, «Gabo entiende por socialismo un sistema
de progreso, libertad e igualdad relativa» donde saber es, además de un
derecho, un izquierdo (hay un juego de palabras que ambos autores utilizan para
titular el capítulo de su libro: "Si saber no es un derecho, seguro será
un izquierdo").8 García Márquez ha viajado a muchos
países socialistas como Polonia, Checoslovaquia, Alemania
Oriental, la Unión Soviética, Hungría, y después
escribió algunos artículos, mostrando su «desacuerdo con lo que allí ocurría».45 En
1971, en una entrevista para la revista "Libre" (que patrocinaba) declaró:
«Yo sigo creyendo que el socialismo es una posibilidad real,
que es la buena solución para América Latina, y que hay que tener una
militancia más activa».
En 1959, García Márquez fue corresponsal en Bogotá de
la agencia de prensa Prensa Latina creada por el gobierno
cubano después del comienzo de la revolución cubanapara informar
sobre los acontecimientos en Cuba. Allí «tenía que informar
objetivamente sobre la realidad colombiana y difundir a la vez noticias sobre
Cuba y su trabajo consistía en escribir y enviar noticias a La Habana.
Era la primera vez que García Márquez hacia periodismo verdaderamente
político».8 Más tarde, en 1960, fundó con su amigo
Plinio Apuleyo Mendoza una revista política, Acción Liberal, que
quebró después de publicarse tres números.
Amistad con Fidel Castro
Gabriel García Márquez conoció a Fidel Castro en enero
de 1959 pero su amistad se formó después, cuando García Márquez estaba
trabajando con Prensa Latina, viviendo enLa Habana y se
vieron de nuevo varias veces. Después de conocer a Castro, «Gabo estaba
convencido de que el líder cubano era diferente a los caudillos, héroes,
dictadores o canallas que habían pululado por la historia de Latinoamérica
desde el siglo XIX, e intuía que solo a través de él esa revolución, todavía
joven, podría cosechar frutos en el resto de los países americanos».
Según Panichelli y Esteban, «ejercer un poder es uno de los placeres más
reconfortantes que el hombre puede sentir», y ellos piensan que eso es el caso
con García Márquez «hasta una edad madura». Por eso, se ha cuestionado la
amistad entre García Márquez y Castro y si es un resultado de la admiración de
García Márquez por el poder.
Jorge Ricardo Masetti, exguerrillero y periodista argentino, piensa que Gabriel García
Márquez «es un hombre a quien le gusta estar en la cocina del poder».8
En opinión de César Leante, García Márquez tiene algo de
obsesión con los caudillos latinoamericanos. También dice que «El apoyo
incondicional de García Márquez a Fidel Castro cae en buena parte dentro del
campo psicoanalítico […] cual es la admiración que el criador del Patriarca ha
sentido, siempre y desmesuradamente, por los caudillos latinoamericanos
brotados de las montoneras. Verbigracia, el coronel Aureliano Buendía, pero
sobre todo el innominado dictador caribeño que como Fidel Castro envejece en el
poder». Dice Leante que García Márquez «es considerado en Cuba como una especie
de ministro de cultura, jefe de cinematografía y embajador plenipotenciario, no
del Ministerio de Relaciones Exteriores, sino directamente de Castro, que lo
emplea para misiones delicadas y confidenciales que no encarga a su
diplomacia».48
Juan Luis Cebrián ha llamado a Gabriel García Márquez «un mensajero político»,
debido a sus artículos.45
Según el británico Gerald Martin, quien publicó en 2008 la
primera biografía autorizada del novelista, García Márquez siente una «enorme
fascinación por el poder». Señala que «Él ha querido ser siempre testigo del
poder y es justo decir que esa fascinación no es gratuita, sino que persigue determinados
objetivos» y menciona que muchos consideran como excesiva su proximidad al
líder cubano Fidel Castro.9 Martin recuerda
que también se ha relacionado con Felipe González (expresidente
del Gobierno español) o con Bill Clinton (expresidente de
Estados Unidos) pero «todo el mundo se fija sólo en su relación con Castro».49
Por otra parte, el diplomático, periodista, biógrafo y compadre del
Nobel, Plinio Apuleyo Mendoza señala que «Él es amigo de
Castro, pero no creo que sea partidario del sistema, porque nosotros visitamos
el mundo comunista y quedamos muy desencantados».
Mediaciones y apoyos políticos
García Márquez participó como mediador en las conversaciones de
paz adelantadas entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN)
y el gobierno colombiano que tuvieron lugar en Cuba y entre el
gobierno de Belisario Betancourt y el grupo Movimiento
19 de abril (M-19); igualmente participó en el proceso de paz entre
el gobierno de Andrés Pastrana y la guerrilla de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que sin embargo fracasó.
En el 2006 García Márquez se unió a la lista de prominentes figuras de
América Latina como Pablo Armando Fernández, Ernesto Sabato, Mario
Benedetti, Eduardo Galeano,Thiago de Mello, Frei
Betto, Carlos Monsiváis, Pablo Milanés, Ana
Lydia Vega, Mayra Montero y Luis Rafael Sánchez que
apoyan la independencia de Puerto Rico, a través de su adhesión a
la "Proclama de Panamá" aprobada por unanimidad en el Congreso
Latinoamericano y Caribeño por la Independencia de Puerto Rico, celebrado
en Panamá en noviembre de 2006.
La política en sus obras
La política desempeña un papel importante en las obras de García
Márquez, en las que utiliza representaciones de varios tipos de sociedades con
diferentes formas políticas para presentar sus opiniones y creencias con
ejemplos concretos, aunque sean ejemplos ficticios. Esa diversidad de maneras
con que García Márquez representa al poder político es una muestra de la
importancia de la política en sus obras. Una conclusión que puede ser derivada
de sus obras es que «la política puede extenderse más allá o más acá de las
instituciones propias del poder político».7
Por ejemplo, en su obra Cien años de soledad tenemos
la representación de un lugar «donde no existe todavía un poder político
consolidado y no hay, por lo tanto, ley en el sentido de precepto votado por el
Congreso y sancionado por el presidente, que regule las relaciones entre los
hombres, entre estos y el poder público y la constitución y funcionamiento de
este poder».7 En contraste, la representación del
sistema político en El otoño del patriarca es la de
una dictadura, en la que el líder es grotesco, corrupto y
sanguinario y con un poder tan grande que alguna vez preguntó qué hora es y le
habían contestado la que usted ordene, mi general».7
La primera novela de García Márquez, La mala hora,
puede ser una referencia a la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla y
representa la tensión política y la opresión en un pueblo rural, cuyos
habitantes aspiran a la libertad y la justicia pero sin éxito en conseguir
ninguna de las dos.17
Obra
Novelas
· La hojarasca (1955)
· El coronel no tiene quien le escriba (1961)
· La mala hora (1962)
· Cien años de soledad (1967)
· El otoño del patriarca (1975)
· Crónica de una muerte anunciada (1981)
· El amor en los tiempos del cólera (1985)
· El general en su laberinto (1989)
· Del amor y otros demonios (1994)
· Memoria de mis putas tristes (2004)
Libros de cuentos
· Los funerales de la Mamá Grande (1962)
· La increíble y triste historia de la cándida
Eréndira y de su abuela desalmada (1972)
· Ojos de perro azul (1972)
· Doce cuentos peregrinos (1992)
Reportajes
· Relato de un náufrago (1970)
· La aventura de Miguel Littín clandestino en Chile (1986)
· Noticia de un secuestro (1996)
Teatro
· Diatriba de amor contra un hombre sentado (1987)
Memorias
· Vivir para contarla (2002)
Obra periodística
· Textos costeños (1948-1952) (1981)
· Entre cachacos (1954-1955) (1982)
· De Europa y América (1955-1960) (1983)
· Por la libre (1974-1995) (1984, 1999)
· Notas de prensa (1961-1984) (1991, 1999)
· El amante inconcluso (2001)
· Gabo periodista (2013)
·
Entrevista
· El olor de la guayaba (1982, con Plinio Apuleyo Mendoza)
Discurso
· Yo no vine a decir un discurso (2010)
Talleres de cine
· Cómo se cuenta un cuento (1995)
· Me alquilo para soñar (1995)
· La bendita manía de contar (1998)
En la pantalla
García Márquez desarrolló un interés particular por el cine y la
televisión, participando como guionista, mecenas y permitiendo la adaptación de
su obra. Ya en su etapa juvenil en Barranquilla, conjuntamente con
el pintor Enrique Grau, el escritor Álvaro Cepeda Samudio y
el fotógrafo Nereo López, participó en la realización del
cortometraje surrealista La langosta azul (1954).53
Posteriormente, en los años cincuenta, estudió la carrera de cine en
el Centro Sperimentale Di Cinematografia de Roma,
teniendo como condiscípulos al argentino Fernando Birri y
al cubano Julio García Espinosa, que más tarde serían
considerados fundadores de la llamada Fundación del Nuevo Cine
Latinoamericano. Estas tres personalidades han declarado en reiteradas
oportunidades el impacto que supuso para ellos ver la película Milagro
en Milán de Vittorio de Sica, así como también asistir
al nacimiento del neorrealismo italiano, tendencia que los hizo
vislumbrar la posibilidad de realizar cine en América Latina siguiendo
las mismas técnicas. Es preciso anotar que esta estancia en Roma sirvió para
que el escritor aprendiera varios de los entresijos que comporta el quehacer
cinematográfico, en tanto y cuanto compartió largas horas de trabajo en moviola al
lado del guionista Cesare Zavattini. Este particular afinó en
García Márquez una precisión cinematográfica a la hora de narrar con imágenes,
que más tarde usaría como parte de su trabajo en México, D.F..
García Márquez presidió desde 1986 la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano,
que tiene sede en La Habana.
Se tiene conocimiento de que muchas obras cinematográficas mexicanas de
los años 1960 fueron escritas por García Márquez, quien al igual que muchos
intelectuales de la época firmó los guiones con seudónimo.
Memorables son, en todo caso, El gallo de oro (1964),
de Roberto Gavaldón,54 y Tiempo
de morir(1966), de Arturo Ripstein. La primera, basada en
el cuento homónimo de Juan Rulfo, coescrita junto con el propio
autor y el también escritor mexicano Carlos Fuentes, fue
protagonizada por Ignacio López Tarso, Narciso Busquets y Lucha
Villa, y fotografiada por el insigne Gabriel Figueroa. La
segunda, western filmado inicialmente por Ripstein, tuvo su secuela casi veinte
años más tarde bajo la tutela de Jorge Alí Triana.
Además de las tres películas citadas, entre 1965 y 1985, García Márquez
participó directamente como guionista en los siguientes filmes: En
este pueblo no hay ladrones (1965), de Alberto Isaac; Juego
peligroso (segmento "HO") (1966), de Luis Alcoriza y Arturo
Ripstein; Patsy, mi amor (1968), de Manuel
Michel; Presagio (1974), de Luis Alcoriza; La
viuda de Montiel (1979), de Miguel Littín; María
de mi corazón (1979), de Jaime Humberto Hermosillo; El
año de la peste (1979), de Felipe Cazals (adaptación
del libro de Daniel Defoe El diario de la peste),
y Eréndira (1983), de Ruy Guerra.55
En 1975 R.T.I. Televisión de Colombia produce la serie
televisiva La mala hora dirigida por Bernardo Romero
Pereiro, basada en la novela homónima de García Márquez y
transmitida en 1977.56
En 1986, conjuntamente con sus dos condiscípulos del Centro Sperimentale
di Cinematografía, y apoyados por el Comité de Cineastas de América Latina,
funda la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San
Antonio de Los Baños en Cuba, institución a la cual le
dedicará tiempo y dinero de su propio bolsillo para apoyar y financiar la
carrera de cine de jóvenes provenientes de América Latina, el Caribe, Asia y África.
A partir del año siguiente, en dicho centro se dedicará a impartir el taller
«Cómo se cuenta un cuento», fruto del cual salen innumerables proyectos
audiovisuales, amén de varios libros sobre dramaturgia.
En 1987, Francesco Rosi dirige la adaptación de Crónica
de una muerte anunciada, protagonizada por Rupert Everett, Ornella
Muti, Gian Maria Volonté, Irene Papas, Lucía
Bosé y Anthony Delon.
En 1988 se produjeron y exhibieron: Un señor muy viejo con
unas alas enormes, de Fernando Birri, con Daisy
Granados, Asdrúbal Meléndez y Luis Ramírez; Milagro
en Roma, de Lisandro Duque Naranjo, con Frank Ramírez y Amalia
Duque García; Fábula de la bella palomera, de Ruy Guerra,
con Claudia Ohana y Ney Latorraca, y Cartas del parque, de Tomás
Gutiérrez Alea, con Ivón López, Víctor Laplace, Miguel Paneque
y Mirta Ibarra.
En 1990, García Márquez, viajó a Japón, haciendo escala
en Nueva York para conocer al director contemporáneo cuyos
guiones más admira: Woody Allen. La razón de su viaje al país
oriental es la de encontrarse con Akira Kurosawa, en ese momento
rodando Los Sueños de Akira Kurosawa, interesado en llevar a
la gran pantalla la historia de El otoño del patriarca,
ambientado en el Japón medieval. La idea de Kurosawa fue totalizadora,
incrustar toda la novela en el celuloide sin importar el metraje;
infortunadamente, para esta idea no existió posibilidad de financiación, y el
proyecto quedó en eso.
En 1991, la televisión colombiana produce María, la
novela de Jorge Isaacs, adaptada por García Márquez junto con Lisandro
Duque Naranjo y Manuel Arias.
En 1996 se presentó Edipo Alcalde, adaptación
de Edipo rey de Sófocles hecha por
García Márquez y Estela Malagón, dirigida por Jorge Alí Triana, y
protagonizada por Jorge Perugorría, Ángela Molina y Paco
Rabal.
En 1999, Arturo Ripstein filma El coronel no tiene quien le
escriba, protagonizada por Fernando Luján, Marisa
Paredes, Salma Hayek y Rafael Inclán.
En 2001 aparece Los niños invisibles, de Lisandro
Duque Naranjo.
En 2006 se rodó El amor en los tiempos del cólera,
con guion del sudafricano Ronald Harwood y bajo la batuta del
director británico Mike Newell. Filmada en Cartagena de
Indias, los personajes son encarnados por Javier Bardem, Giovanna
Mezzogiorno, John Leguizamo, Catalina Sandino y Benjamin
Bratt.
En marzo de 2010, y en el marco del Festival Internacional de
Cine de Cartagena, se estrenó la versión fílmica de Del amor y
otros demonios, coproducción entre Colombia yCosta
Rica dirigida por la costarricense Hilda Hidalgo.
Memoria de mis putas tristes, coproducción entre Dinamarca y México,
dirigida por el danés Henning Carlsen y con la adaptación
cinematográfica a cargo del francés Jean-Claude Carrière iba a
ser filmada en el 2009 en el estado de Puebla, pero se suspendió
por problemas de financiación al parecer por una polémica motivada por el tema57 por
la amenaza de demanda de una ONG calificando la novela y el guion como apología
de la prostitución infantil y pederastia.28 Finalmente,
la película fue filmada en secreto en la ciudad de San Francisco de
Campeche (México) en 2011, protagonizada por Emilio Echevarría y
se estrenó en 2012.58
En el teatro
García Márquez incursionó poco directamente en el teatro,
pues solo se conoce el monólogo Diatriba de amor contra un
hombre sentado, montada por primera vez en 1988 enBuenos Aires y
reestrenada el 23 de marzo de 1994 en el Teatro Nacional de Bogotá
Su obra en el teatro en su mayoría han sido adaptaciones de sus novelas.
En 1991, Juan Carlos Moyano adaptó y dirigió un espectáculo
de teatro de calle y plaza pública llamado Memoria y
olvido de Úrsula Iguarán, basado en la novela Cien años de
soledad, que presentó en el Festival Internacional de Teatro de
Manizales de 1991 y en elFestival Iberoamericano de Teatro de
Bogotá de 1992. En el 2000, Jorge Alí Triana estrenó
la versión teatral de Crónica de una muerte anunciada adaptación
de la novela homónima, con gran éxito nacional e internacional.
Igualmente la obra de García Márquez ha sido adaptada al género de
la ópera:
· Florencia en el Amazonas (1991), ópera con un libreto de Marcela
Fuentes-Berain puesto en metro músico por Daniel Catán basada
en motivos de la novela El amor en los tiempos del cólera.
· Eréndira (1992), ópera con música de Violeta Dinescu basada
en el cuento La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y
de su abuela desalmada.62
· Love and other demons (2008), ópera con un libreto de Kornél
Hamvai puesto en metro músico por Péter Eötvös, basada en
la novela Del amor y otros demonios.
García Márquez en ficción
· En la novela Cartagena de Claudia
Amengual, publicada en 2015, aparece García Márquez como personaje en sus
últimos años de vida.
Referencias:
https://es.wikipedia.org/wiki/Gabriel_Garc%C3%ADa_M%C3%A1rquez
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